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Jérémie regresa a Saint-Martial para el funeral de su difunto jefe y su estadía con la viuda Martine se ve envuelta en una desaparición, un vecino amenazador y las oscuras intenciones de un abad, una película que se predijo que aparecería en la Competencia Oficial del Festival de Cine de Cannes de 2024, pero que en cambio se colocó en la barra lateral de Cannes Premiere. Misericordia se toma su tiempo para rodar y, cuando comienza a rodar, no hay forma de contener la risa hasta que llega a su clímax en la toma final. Con un humor muy suave que salpica la película, narra la historia de un hombre taciturno que visita un pueblo para asistir al funeral de su mentor. Allí conoce a la esposa de su mentor, a su hijo y a un sacerdote, quienes parecen estar diciendo algo diferente de lo que tienen en mente. Lo que me encanta de Misericordia es cómo de repente cambia su escritura para hacer reír al espectador, todo con un estilo inexpresivo. Me recordó a Deerskin (2019) y The Bra (2018). (Visto en el Festival de Cine MAMI de Mumbai de 2024).